Este es el panorama para la Industria Petrolera en el 2025

La industria petrolera sigue siendo un pilar fundamental de la economía global, pero los últimos años han estado marcados por una serie de cambios y desafíos sin precedentes. Desde fluctuaciones en los precios hasta ajustes en la producción y un creciente enfoque en la transición energética, el petróleo sigue siendo un tema clave en los mercados internacionales. Pero, ¿qué está ocurriendo realmente en el sector actualmente?

Demanda y producción: entre el crecimiento y la cautela

La producción mundial de petróleo sigue en aumento, aunque a un ritmo más moderado que en años anteriores. En 2023, la producción global creció apenas un 1% liderada por Estados Unidos, Brasil e Irán. Actualmente, la demanda global ronda los 100 millones de barriles diarios, con China y Estados Unidos como los principales consumidores. Sin embargo, hay señales de desaceleración. 

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el crecimiento de la demanda en 2024 se fijó en 920.000 barriles diarios, reflejando una desaceleración en comparación con años anteriores. China, por otro lado, sigue siendo un actor clave representando más del 25% del crecimiento de la demanda mundial.

Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha ajustado sus previsiones, reduciendo su expectativa de crecimiento del consumo en 210.000 barriles diarios, situándose en 1,6 millones de barriles diarios hasta el año 2024. Este ajuste refleja la incertidumbre económica global y el avance de la transición hacia energías renovables, lo que podría generar una disminución en la demanda de petróleo a nivel mundial.

¿Cuáles pueden ser los desafíos a los que se enfrentaría la industria? 

Aunque la producción sigue creciendo, la refinación se enfrenta a grandes desafíos. Más del 20% de la capacidad de refinación global podría estar en riesgo de cierre en los próximos años debido a la reducción de márgenes de ganancia y la presión para disminuir las emisiones de carbono.

China ha incrementado su capacidad de refinación con Sinopec a la cabeza, pero Estados Unidos sigue siendo el líder en este sector, con más de 18 millones de barriles diarios procesados hasta el 2023. Sin embargo, la falta de inversión en nuevas refinerías y el cierre de instalaciones antiguas podrían afectar el abastecimiento de productos refinados como la gasolina y el diésel.

Precios del petróleo: volatilidad y perspectivas para 2025

El precio del petróleo ha mostrado una gran volatilidad en los últimos años. En 2024, el Brent (el petróleo de referencia en el mercado europeo) promedió los 84 dólares por barril, con variaciones constantes debido a la situación geopolítica y los ajustes de producción de la OPEP.

 


La Organización de Países Exportadores de Petróleo está conformada por: Arabia Saudita, Argelia, Angola, República del Congo, Emiratos Árabes Unidos, Gabón, Guinea Ecuatorial, Irak, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria y Venezuela.


Las previsiones para 2025 indican una posible caída en el precio del petróleo a nivel mundial, con estimaciones entre 70 y 78 dólares por barril. Este posible descenso se debe a la combinación de una oferta creciente y una desaceleración en la demanda. 

Las grandes petroleras: ¿ganadoras o afectadas por la crisis?

A pesar de la volatilidad del mercado, las grandes petroleras han seguido obteniendo importantes beneficios. Empresas como ExxonMobil, Chevron, Shell y TotalEnergies han registrado resultados positivos, aunque con ciertas fluctuaciones.

Un caso llamativo es el de Repsol, cuyo beneficio en 2024 cayó un 45%, alcanzando los 1.756 millones de euros, debido a la disminución de los precios del crudo, gas y electricidad. Sin embargo, la compañía aumentó en 30% la retribución a sus accionistas y amortizó 60 millones de acciones propias… demostrando que, a pesar de los desafíos, las petroleras siguen siendo negocios rentables.

Además, la OPEP+ ha decidido extender sus recortes de producción hasta diciembre de 2025, en un intento por mantener la estabilidad en los precios del petróleo. Así, las relaciones entre los principales países productores y consumidores seguirán siendo un factor clave en la evolución del mercado en los próximos meses.

Actualmente, la industria enfrenta un futuro incierto, pero con oportunidades. Este sector atraviesa una fase de transformación, con desafíos estructurales y una creciente presión para adaptarse a un mundo en transición energética.

Si bien la demanda sigue siendo alta y las petroleras continúan generando ganancias, factores como la refinación, la volatilidad de los precios, incluso, la política global, podrían jugar un papel clave en su evolución.

Los próximos años serán clave para definir el futuro del petróleo en la economía mundial. Queremos conocer tu opinión: ¿Crees que el petróleo seguirá siendo el motor de la economía global o cederá terreno frente a nuevas fuentes de energía?

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