La transformación energética ya no es como se pensaba

La transición hacia sistemas energéticos más sostenibles exige soluciones innovadoras que no solo aprovechen las energías renovables, sino que también las hagan más versátiles y accesibles para nuestro entorno. Es por esto que, la tecnología Power-to-X surge como una de las estrategias más prometedoras en la actualidad ya que, permite convertir la electricidad (principalmente de fuentes renovables) en otros tipos de energía o productos químicos útiles, promoviendo la descarbonización de sectores industriales y del transporte.

 

Exactamente, ¿qué es Power-to-X?

Esta tecnología engloba una serie de procesos diseñados para transformar la energía eléctrica en productos utilizables y la “X” en el nombre puede representar uno de esos elementos, siendo:

 

Esta flexibilidad convierte a Power-to-X en una herramienta clave para abordar los desafíos del cambio climático, especialmente en sectores donde las soluciones tradicionales ya no son viables.

 

Componentes fundamentales de Power-to-X

  1. Electrólisis: es un método que utiliza electricidad para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno generado se clasifica como “verde” si la electricidad proviene de fuentes renovables y puede usarse directamente como combustible limpio o como base para otros procesos químicos.
  2. Síntesis de combustibles: es un proceso que, al combinar el hidrógeno producido con dióxido de carbono (CO2) capturado, se pueden sintetizar combustibles como metano y líquidos, lo que facilita su transporte y almacenamiento. Además, esta conversión de CO2 contribuye a reducir las emisiones netas al reutilizar el carbono en lugar de emitirlo a la atmósfera.
  3. Almacenamiento de energía: durante este proceso, el excedente de electricidad renovable en forma de hidrógeno es otro de los beneficios clave de Power-to-X porque ayuda a equilibrar la demanda y oferta en la red eléctrica, mejorando la estabilidad del sistema energético.

 

Y estos procesos clave que conforman la aplicación de esta tecnología en la Industria Energética, permite que se posicione en nuestro entorno actual como una solución integral para combatir diversos desafíos energéticos, entre ellos: 

Descarbonización de sectores críticos 

Algunos sectores como la aviación, el transporte marítimo y la industria pesada, son difíciles de electrificar debido a sus altos requerimientos energéticos, por lo que, los combustibles sintéticos generados mediante Power-to-X ofrecen una alternativa bastante sostenible.

Producción de hidrógeno verde

Este hidrógeno, generado a través de fuentes renovables, está ganando protagonismo como un componente esencial para industrias como la química, la siderúrgica y el transporte.

Integración de energías renovables 

Al transformar el exceso de energía renovable en productos utilizables, Power-to-X facilita una mayor integración de fuentes como la solar y la eólica en las redes eléctricas.

Sin embargo, a pesar de que esta nueva herramienta signifique un gran cambio beneficioso para la industria, aún habría que superar varios desafíos para que sea un proceso totalmente efectivo para todo el planeta. 

Desafíos por superar con el Power-to-X

– Altos costos, porque los procesos de electrólisis y síntesis de combustibles siguen siendo más costosos que las alternativas basadas en combustibles fósiles.

– Eficiencia energética, las múltiples etapas de conversión en Power-to-X generan pérdidas energéticas que deben ser minimizadas mediante avances tecnológicos más potentes.

– Infraestructura limitada, la implementación a gran escala de esta tecnología requiere de inversiones significativas en infraestructura, como plantas de electrólisis y sistemas de transporte de hidrógeno.

 


A pesar de que existan diversos desafíos que aún se deben enfrentar, ya existen casos de éxito alrededor del mundo.

Casos de éxito a nivel mundial

Esta tecnología se ha estado implementando en diversos países del mundo donde se están liderando proyectos innovadores que ejemplifican el potencial de Power-to-X, algunos de ellos son: 

  1. Dinamarca: Air Liquide ha establecido una planta que utiliza energía eólica para producir hidrógeno mediante electrólisis. Este hidrógeno se emplea tanto en la industria como en el transporte, ayudando a equilibrar la red eléctrica y reducir emisiones.
  2. Mongolia: Un proyecto de Power-to-Heat (Calor) emplea calderas eléctricas para aprovechar el exceso de energía eólica. Este calor es distribuido para calefacción, reemplazando el uso de carbón y disminuyendo la contaminación.
  3. Chile: en este país se está invirtiendo en la producción de hidrógeno verde y otros productos Power-to-X porque su objetivo es cerrar todas las centrales de carbón para 2040, posicionándose como líder regional en energía sostenible.
  4. Alemania: en este país se utiliza el excedente de energía eólica para producir hidrógeno, que se almacena y utiliza en calefacción y fabricación de acero. Esto optimiza el uso de los recursos renovables disponibles.

 

El Power-to-X: Un futuro prometedor

Esta tecnología está marcando el camino hacia un futuro energético más limpio y sostenible al permitir la conversión de electricidad renovable en productos utilizables. Además, aborda los desafíos más complejos de la transición energética que tenemos actualmente y que se quieren seguir mejorando en el tiempo. Sin embargo, para liberar todo su potencial, será necesario superar muchas barreras.

La implementación de Power-to-X no solo tiene el potencial de transformar sectores enteros, sino que también puede convertirse en un motor de desarrollo económico, especialmente para países con abundantes recursos renovables. 

 


En iEnergy creemos que la mejor forma de hacer un mundo mejor es a través de la innovación.

Y a medida que más países invierten en esta tecnología, el camino hacia un sistema energético global más sostenible se vuelve cada vez más claro.

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